La eficacia de un fármaco se ve reflejada en las mediciones cuantitativas, así como en la experiencia subjetiva de los pacientes. El enfoque médico centrado en éstos, ha cobrado gran relevancia en los ensayos clínicos. Recientemente, en las evaluaciones hechas por los pacientes con linfoma folicular, del estudio GALLIUM, demostraron que obinutuzumab, un anticuerpo contra CD20 de nueva generación, redujo el malestar de los síntomas de forma importante.

El linfoma folicular representa alrededor del 22% de los casos de linfoma no Hodgkin. Es un subtipo indolente, cuyo tratamiento estándar es quimioterapia más rituximab, un anticuerpo contra CD20. Este tratamiento ha mejorado el pronóstico de una gran cantidad de pacientes, pero del 20 a 35% suelen presentar progresión de la enfermedad o reincidencia dentro de los primeros 2 años.

El estudio de fase 3 GALLIUM inició en julio 6 del 2011; se planea terminarlo en abril 8 del 2021. Se reclutaron a 1,202 pacientes en 183 sitios a nivel internacional. El objetivo es comparar la efectividad de la adición de obinutuzumab o rituximab a la quimioterapia de inducción, seguido de monoterapia de mantenimiento. Los primeros resultados parciales de enero del 2016 demostraron que el uso de obinutuzumab incrementó la supervivencia libre de progresión y redujo en un 34% el riesgo de progresión o fallecimiento por la enfermedad en comparación con rituxumab.

Los tratamientos de condiciones crónicas como el linfoma folicular pueden representar una carga para los pacientes y, en ocasiones, los eventos adversos asociados al tratamiento pueden tener un impacto tan negativo como el de la misma enfermedad, por lo que la evaluación de la calidad de vida, asociada a la salud, es un factor importante a considerar.

Por lo anterior, se realizó un segundo análisis de los resultados del estudio GALLIUM, utilizando el cuestionario de evaluación funcional del tratamiento de linfoma (FACT-Lym), incorporando mediciones de bienestar físico, funcional, emocional y familiar/social, sumado al cuestionario FACT-G y un cuestionario específico para casos de linfoma (LYMS). Las evaluaciones se realizaron antes del tratamiento, durante la etapa de inducción, mantenimiento y seguimiento.   

Un total de 601 pacientes en cada grupo de estudio completaron los cuestionarios en todos los puntos. El resultado principal de este análisis indica que tanto rituximab como obnutuzumab mejoraron la calidad de vida asociada a la salud de forma clínicamente significativa y perceptible para alrededor del 50% de los pacientes, especialmente en la etapa de mantenimiento, una vez que la quimioterapia cesó. El Dr. Andrew Davies, del Centre for Cancer Immunology de la Universidad de Southampton, en el Reino Unido, y autor para la correspondencia de este análisis, resalta que los resultados apoyan el uso de obinutuzumab, ya que no solo mejora la supervivencia, sino que los efectos adversos asociados al fármaco no fueron tan significativos, como para evitar que los pacientes reconocieran su beneficio. 

Publicado en: Annals of Hematology 2020.

Davies A, Trask P, Demeter J, et al. Health-related quality of life in the phase III GALLIUM study of obinutuzumab- or rituximab-based chemotherapy in patients with previously untreated advanced follicular lymphoma. Ann Hematol. 2020 Apr 20.